Pensar que todo acaba cuando tan
solo tocas la banda de salida
empezar a encarrilar la rutina
de la cruda monotonía
respetar, empeñar palabras
de agonía, caminar, palpitar
un corazón que marchita
encuentra, busca la mirada
prometida, ahora vuela ella
ya no respira, lágrima derramada
sobre la cara de una abuela
comprometida, anhela la tierra prometida.
En la esfera contempla las estrellas
sus hijas, su hermano , sus nietas
cada noche preguntándose será
esa que destaca, que brilla
parpadea próxima a la mejilla
de la cara del timón de una nueva
partida, escrita entre líneas.
Queriendo volver pero enfermedad
fue lo que te hizo dejar la comedia
intentaste a cruzar, escapar, saltar
metas pero piedras es lo que encierra al planeta.
Arrancada de la tierra sin perder la fe, aun
rezando a un dios poco devoto
que no, libra de los falsos no tratos
se lleva el guión asfixiando como
hora punta del metro de Madrid
crazy, maldito inframundo, suelto
gritos al vocablo, párrafos de recuerdo
hoy se que siento
las cicatrices sangran, sumo
la incertidumbre del mendigo
cuánta? hambre para el pueblo
cuánto? robó el presidiario
sin condena para su alma de diablo.
Álvaro Camacho Rodríguez
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