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miércoles, 1 de mayo de 2013

EL ÚLTIMO VALS

Zapatos de cristal , mi corazón sin palpitar
entre mentiras , carteras , casos injustos
sufriendo, en mis cuatro paredes, dura vida
obsoleto, hiperventilo ,miro ,busco el cielo
me pierdo añorando tu perpectiva
otro rumbo ,otra forma de mira.

Poseído como un dios, prosigo, aunque no existan
solo en mente ,cuaderno y tintero , retando
rezando a los dioses como alabar al padre, en un crudo día
 futuro difuminado por la corrupción de la
mano negra , aquel que no disimula, roba sueños
dejando descalzo al pueblo y al anciano al vacío
del precipicio eterno.

Una huella grande, una falsa mentira, miles de
argumentos muertos, sentido incompleto.
Ansiados de aire, sufrimos, respiramos
por los resquicios que dejaste, una conclusión
un solo fraude?.

Hablando con el dios de la compasión
palabrería, con aire de curandero
agusto? no! un vagabundo que se esconde los dedos
por no contar los años que lleva viviendo
a esto que llamamos vida ,trazos, malditos expertos
provocando problemas con experimentos
causando grietas al ser humano, diáfano
 no al presidiario político que baila, cantado
porque su condena la deniega su hijo con su fajo en su bolsillo.

Falta aire, sufre el ego, mi voz
se llevo al mejor que llevaba dentro
al vacío, una palabra, que no mancha textos
molesto, sin culpar a nadie, pensando en la mañana
debatiendo entre música y acontecimientos
no se si ardo en el infierno
ó reté a dios , entre algunos de sus devotos incrédulos
mirar, subestimar ya sale caro
añorando tener siete vidas como un gato.

Una huella grande, una falsa mentira, miles de
argumentos muertos, sentido incompleto.
Ansiados de aire, sufrimos, respiramos
por los resquicios que dejastes, una conclusión,
un solo fraude?.



                                                                                              Álvaro Camacho Rodríguez

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