Cuando hay guerra, ángeles de paz
descubriendo una ciudad
sin saber lo que queda por pisar
una avenida larga, llena de oscuridad
mi presente claudicado por la sinseridad
la locura atravesando hacia la claridad
tiempo empastillado, cruz ,una esquela
que prevé, cuando mueres
familia, busca planeta
buscando lo que era, conciencia
haciendo lo que no perdona
roba la avaricia de la gloria
ahogados del tiempo de la venganza.
Como gira el universo, a fuera todo es frío
otra vertiente, capaz de todo
libre, con fuego, en el diario húmedo
un sueño, sin pedir permiso
otro espacio páramo roto
en on en mi habitación
pensando un acertijo, una secuela
un momento lento, con la misma piedra
que delata la guarida de la herida,secreta.
Palabras de aliento
resquicios de luz, un acontecimiento
momento recio, veneno
doble de humildad, mi pasadizo
inadvertido,reflejado en otro punto.
Latido que persigo
con algún amigo de menos
retumbo con un corazón ajeno
sobrevivo pese a los ataques de fuego
escondo el secreto de la educción
trasquiviendo el alegato
del sudor del duro trabajo.
Caballo sin espuelas
en primera linea de esta locomotora
sin claudicar a la paciencia
recupero la raíz dejando preso el desacato
recorriendo caminos, calles un desconcierto
fatiga feroz, tras la comida que embruja al trabajador
un látigo ansioso,cicatriz , llagas ,palos
llegas,salvas, derramas, la solución del regalo
bueno o malo ¡ no dudes , sobre tu viejo lenjuaje diáfano
sin atajos, antes de impulsar el rumbo
tan solo de equipaje chaqueta rajada por el tiempo
y sombrero por si nos leen la ambición del olvido
entre el páramo que admiro
recordando donde esta mi sitio
con camino que aprender ,creyendo
que la sangre corre mejor sin orgullo...................
Álvaro Camacho Rodríguez
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