MADRUGADA EN NEW ORLEANS

Escribo letras o transcribo nanas para cuando atormenta mi razón cada mañana pasajera

la sabiduría más temprana es solo una palabra, transformada en silabas descoordinadas

por las trampas menos despedidas

ver un nuevo día con otra sintonía es mi fantasía pero esta suerte, se convierte en palos

sobre por la sociedad

soñar sobre esa oportunidad y no recordar estos grises días, la mejor solución para

contar toda cruda verdad social

 

 

Quiero escaparme pero el final, se acerca y no sé si seré yo pero tantas medidas

 escritas junto a estas últimas líneas sin solución dentro del cajón

 fracasado, honesto, ganador, invicto, luchador, hundido, cegado por el temor de

quedarme solo cuando faltan horas, no teniendo sueños ni remedios

bocas sucias hacen desastres, provocando amarres con demasiados cabos sueltos

afuera de este mundo herido, prefiero seguir cultivando mis sentido, mis acontecimientos, dejando lo dañino para las personas sin destino, tomando con dirección hacia al infierno 

 

 

Reflejamos la desesperación que nos inculca estos intentos de cielo como remedio médico

la mirada esta vacía y esa política contiene salidas por corrupción del dinero ganado con el sudor del conocimiento, falto de aprecio entre tantos gobiernos sustrayendo precios

más aire humano sin desafíos ni juegos enfermos, un solo hueco con validos frenos hasta una ubicación sin etiquetas ni prejuicios como desafío entre el precipicio

ya solo entienden malos modales, ahogándose a cada hora entre tanta mentira como abrazo fríos

no queda nada, otra lubrica estrafalaria por la propaganda promulgada entre la voz interior que habla pero cuando se pronuncia solo recuerda rechazos de manos

 

 

Entre mis brazos no se si estará el brebaje de la partida, pero te prometo respeto y todas las metas fugitivas, evitándote los golpea fuerte sobre la cara

a veces tengo la sensación de tenerte en mi, otras algo esperanza y algunas solo son ganas, sabiendo que no es real, una conmoción visual más

me pregunto porque están pasando estos argumentos hacia ningún lugar y venden sus ideas por monedas conllevando precariedad 

 

 

Poco queda pero espero que sea lo suficiente para soportar fuera, aunque haga frío y el tiempo siga nublado

lo importante, está profundo no es exterior pero algunas personas, no quieren reconocerlo porque siguen agobiándose cuando se miran los pies de tanto traspiés sin haber aprendido, habiendo besado demasiado el asfalto

ayer, hoy o quizás un día irremplazable cuando las metas del personaje contenga algo mas de sangre, dejando menos escombros sobre el obrero vencido por la ambición del viento

solo pido manos blancas sin restos infámelicos, una mirada tratable con detalles, un impulso para despertad, soltando coherencias entre la ventana sobre este pueblo promovido tras derroches y botellas de alcohol caro... 

 

 

Álvaro Camacho