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viernes, 17 de julio de 2015

INVICTO ENTRE MIEDO

Mi ángel de la guarda, fue durante muchas jornadas los tigres de bengalas y las mentiras de algunas preguntas sin sombras programadas
bocas amargas, balas descoordinadas, alas cortadas todas esas palmadas, están repartidas sobre nuestras espaldas
cinco dedos, no serán iguales si no son argumentos unidos, sin silencio vendido como las huellas falsas que rompen promesas prisioneras
izquierda o derecha, otra tormenta cogiendo fuerza, dejando precariedad con poca sostenibilidad para el panorama nacional
 
 
Mucha gente aplaude pero la suerte es inerte, si estas opciones son frivolidades dentro de cada fraude
impertinente
las posibilidades son creaciones a partir de esas noticias matinales que sueltan mensajes subliminales
olvidar a veces es imposible pero otras demasiado evidente, aunque no todas las guerras se ganan sin lecciones
inocente, culpable, delincuente, cual será el amable y quien reparte las espinas involucrando a los errores presentes
 
 
Tangible, este crudo ambiente mal repartido, convivimos en un sistema de clases con estereotipos y prejuicios como halagos
palos, principios, gritos, donde esta el bueno y cual es mi hermano ilícito con manos aportándome más tiempo
no me quedo en el pueblo, prefiero irme al extranjero, mi abuelo me dijo nunca muerdas el anzuelo que solo lleva eso al infierno
nadie sujeta mi cuerpo pero no paro, remo, tomo estas razones como camino o tramo 
 
 
Solo las sociedades son culpables por miles de disfraces, cicatrices efervescentes, que provocan depresiones anuales entre polizontes corrientes
personalidades son imposiciones recientes por todas las calles de estas ciudades con diferentes emociones provocando necesidades diariamente
ni el dinero, coge al destino comprometido pero a veces tanto orgullo es malicioso como ubicaciones pendientes...
 
 
Álvaro Camacho
 

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