vistas total

miércoles, 10 de agosto de 2016

QUÉ NOS SUCEDIÓ

De tus caderas pude soltarme
ahora vivo perdido entre el aire,
estarás mal o bien
despídete antes de arrepentirte,
se cuáles
fueron nuestros límites
 a veces
quise perdonarte
 otras,
la noche era cómplice
cuando contaba sus lunares,
jamás volveré a ser
nada ni nadie,
si nunca logro encontrarte
dejó de importarme
las tonalidades grises
y tantos finales felices,
asumí golpes con cicatricez
 en cada viaje
para desearte suerte,
dime porque fue
me cambiaste por él
 hice lo imposible
intentando olvidarte,
fallé para aprender
caminé sin buscarte
algún día encontraré,
mis mejores posibilidades
escribiéndote al anochecer...


Álvaro Camacho

3 comentarios:

  1. ... Y ME DEJASTE VACIA, SIN SABER DE QUE ESCRIBIR, SIN SABER COMO VIVIR, SIN SABER DONDE MIRAR PORQUE NO HABIA NADA QUE VER...

    El fracaso tambien es una forma de crecer Alvaro.Hay que levantar los ojos al horizonte y no agachar la cabeza. Nunca.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar