vistas total

sábado, 24 de junio de 2017

A SOLAS

Te robé tu nombre,
susurrándotelo de noche
mientras duermes.
Las ventanas abres,
cuando todo oscurece.
Dónde,
podré volver
a verte,
para abrasarte
lo suficiente.
Quedaron ilusiones,
sin cumplirse
como antes.
Escúchame,
una última vez
necesito besarte.
Sentirte,
frente a frente
encaminando mí viaje.
Fuimos cómplices
descubriendo detalles,
respirando fuerte,
mirándote en silencio
hasta despertarte.
Me prometiste,
un amor permanente
pero nada fue
por siempre.


Álvaro Camacho

6 comentarios:

  1. Tu lo haces permanente. Es un poema maravilloso Alvaro. El liston sigue subiendo.

    ResponderEliminar
  2. Qué bonito tu blog, y tu publicación, Alvaro.

    Necesitar besarla para sentirla, para beber de sus labios.

    Preciosos versos, un placer leerte.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un placer María muchísimas gracias por tus palabras un gusto que me leas y te guste, besos😗.

      Eliminar
  3. Como siempre, llega al alma. Enhorabuena Alvaro : D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un gusto como siempre leer tus palabras Margarita mil besos muchísimas gracias😉😗

      Eliminar