Te robé tu nombre,
susurrándotelo de
noche
mientras duermes.
Las ventanas abres,
cuando todo
oscurece.
Dónde,
podré volver
a verte,
para abrasarte
lo suficiente.
Quedaron ilusiones,
sin cumplirse
como antes.
Escúchame,
una última vez
necesito besarte.
Sentirte,
frente a frente
encaminando mí
viaje.
Fuimos cómplices
descubriendo detalles,
respirando fuerte,
mirándote en
silencio
hasta despertarte.
Me prometiste,
un amor permanente
pero nada fue
por siempre.
Álvaro Camacho
Tu lo haces permanente. Es un poema maravilloso Alvaro. El liston sigue subiendo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Laura bonito sábado besos.
EliminarQué bonito tu blog, y tu publicación, Alvaro.
ResponderEliminarNecesitar besarla para sentirla, para beber de sus labios.
Preciosos versos, un placer leerte.
Besos.
Es un placer María muchísimas gracias por tus palabras un gusto que me leas y te guste, besos😗.
EliminarComo siempre, llega al alma. Enhorabuena Alvaro : D
ResponderEliminarEs un gusto como siempre leer tus palabras Margarita mil besos muchísimas gracias😉😗
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