Las ganas de hablarle suben aunque no
sé como hacerlo, porque soy un cobarde
miré por ella quizás demasiado pero
quiero que se instale
y oír su voz otra vez,
caminamos juntos minutos, momentos,
instantes inolvidables
sería una espina para este pecho,
jamás volver a escribirle.
Sacaba colores del rostro cuando
pronunciaba mi nombre,
pensé que las cosas con el tiempo,
regresarían iguales
equivocado hoy recuerdo sus palabras
inocentes, bajo rojizos atardeceres
mientras pido al cielo, algún día a
ella cruzarme.
Por sus abrazos del campo recogería,
mil flores diferentes
nadie fue más humilde, humana y
responsable
reflexiono, si fueron sueños o
espejismos inigualables.
La echo de menos aunque no quiera
mirarme
ni decirme una frase,
al menos espérame, explícame cada
porqué
que esos argumentos tuyos, están
matándome.
Álvaro Camacho
Instagram: @alvaroverso
Facebook: Álvaro Camacho Rodríguez
Me parece precioso, todo él. Y escucha amigo mío, en el amor en algún momento, todos somos cobardes!!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu consejo Laura me alegro mucho que te guste, un beso enorme!!!
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