Aceleras mi alma
escuchándote
respirar,
te delata esa cara
si estás
enamorada.
La única,
que con caricias
me hace volar.
Despertar,
contigo hasta el
final
sin que nadie ni
nada,
nos trate mal.
Ahora a solas,
darte mil rosas
mientras rozo
tu boca.
Sólo algunas
palabras,
son sanas
en esta caminata.
Tantas mentiras,
apagan la llama
de nuestra
realidad.
Mañana,
quién sabrá
dónde podrás
soñar.
Lo entenderás,
a pesar de la
bruma
y el temporal.
Mi media mitad,
la fuerza
para luchar.
Álvaro Camacho
Admiro tu capacidad para atender a tantas cosas y nunca faltar a tu cita con el papel. Me encanta este poema, ya te dije que me van gustando mas a medida que leo tus escritos. La verdad es que este me llega al alma y como siempre le pongo imagenes. La historia que describes en ellos es preciosa y la fidelidad y dedicacion que le muestras maravillosa. Este es estupendo.
ResponderEliminarMuchas gracias Laura por tus palabras, besos
EliminarComo todos tus poemas es una maravilla que hace vibrar el corazón. A veces, cuando voy a ponerte un comentario, pienso que me estoy repitiendo, pero es que tu obra es fantástica Álvaro. Un beso :D
ResponderEliminarPara nada te repites Margarita al contrario es un placer poder leer tus comentarios, besos y muchas gracias.
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