Al cruzarnos porque bajas la cara,
son sus mentiras quien la comen no mi
mirada,
aprendí tarde cuál era nuestra
realidad
perdí hasta ganas de comer, por aquella despedida.
Recogí tantas promesas del suelo como
espinas
desvalorado me sentía, con cada
caricia vacía
por ella aguantaba vendavales y mil
tormentas,
terminé quemándome, creyendo tantas fantasías.
Si hablar costara dinero algunas/
algunos pensarían más
nunca seré otro nombre en esa ruleta
rusa,
llevabas mi alma hacia una oscura
libertad.
No derramaré lágrimas, vida regala
pero también da sacudidas amargas
con tiempo logré olvidar su boca,
cayó la venda que abría heridas y excluía a felicidad.
Álvaro Camacho
Facebook: Álvaro Camacho Rodríguez
Instagram: @alvaroverso
El amor va y viene. En cada embestida se lleva un pedacito que es imposible recuperar. No sufras por ello. Al final sellevan como medallas.
ResponderEliminarExacto Laura las heridas y las cicatrices que a veces deja son etapas por la que tenemos que pasar, y valorar de verdad el verdadero amor, un beso enorme y siempre gracias😊😗
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